El Dr. Malcolm Crowe (Bruce Willis), un psicólogo infantil en Filadelfia (Estados Unidos), regresa a su casa una noche con su esposa, Anna Crowe (Olivia Williams), después de haber sido honrado por su trabajo. Anna le reprocha a Malcolm que todo pasa a segundo plano con respecto a su trabajo. Los dos entonces descubren que no están solos: un joven aparece blandiendo una pistola. Dice que ya no quiere tener miedo y acusa a Malcolm de no haberlo ayudado. Malcolm lo reconoce como Vincent Grey (Donnie Wahlberg), un expaciente a quien trataba cuando este era un niño porque sufría alucinaciones. Vincent le dispara a Malcolm en el abdomen, y se suicida de un disparo en la cabeza.
En el siguiente otoño, Malcolm comienza a trabajar con otro paciente, un niño de 9 años llamado Cole Sear (Haley Joel Osment), cuyo caso es similar al de Vincent. Malcolm se dedica al niño, a pesar de que es perseguido por las dudas acerca de su capacidad para ayudarlo ―después de su fracaso con Vincent Grey―. Mientras tanto, siente que se está distanciando de su esposa Anna, e incluso cree que ella podría estar contemplando un romance con un compañero de trabajo que sigue apareciendo en la casa.
Una vez que Malcolm gana la confianza del niño Cole, este finalmente confiesa sus alucinaciones: «Veo gente muerta, caminando como gente normal. Ellos no saben que están muertos». Le cuenta algunos casos que le han sucedido recientemente: Cole escucha una voz que le pide ayuda para dejarlo fuera de un armario oscuro, y le grita que él no robó «el caballo del maestro» y amenaza con atacar a Cole. También se le ha aparecido una mujer maltratada por su marido, que se ha cortado las muñecas. Otro «fantasma» es un niño con una gran salida de bala en la parte posterior de su cabeza, que invita a Cole a ver el revólver de su padre.
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